Todo esto quiere decir, que tanto en el local como al aire libre, deben introducirse juegos de
adiestramiento de los sentidos en nuestros programas, porque mejoran la calidad de nuestro
Escultismo y, sobre todo, porque forjan esa mentalidad despierta, distintiva del Scout adiestrado
Es necesario mencionar otro aspecto de esta cuestión. Durante más de cincuenta años hemos
estado enorgulleciéndonos de nuestra disposición por brindar servicio al público de diversas
maneras y sin embargo, es evidentemente imposible hacerlo, a menos de estar preparados y
adiestrados debidamente, sobre todo para poder realizar la acción y después para estar lo bastante
alertas para damos cuenta de la necesidad de tal servicio.
Prácticamente, todos los juegos que aparecen a continuación, son lo que pudiéramos llamar
básicos, ya que con un poco de habilidad e imaginación pueden inventarse muchas variaciones
basándose en ellos. Siempre existe el peligro, al prestar los juegos de adiestramiento de los
sentidos, de caer en el error de ejercitar la memoria (que es cosa buena en sí) y desviarnos
nosotros y a nuestros Scouts hacia la idea de que estamos adiestrando para usar la observación.
Hace años hubo un Scouter extraordinario, extraordinario por ser ordenado, que se podía encontrar
en el local de su Tropa toda clase de cajas cuidadosamente marcadas con etiquetas y gavetas
clasificadas para toda clase de actividad en que la tropa tomara parte. Entre dichas gavetas, había
una que decía: "Juego de Kim", y allí se encontraba la usual variedad de los objetos necesarios.
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