De acuerdo con la constitución normal de una Tropa, las Patrullas con frecuencia en cualquier
reunión están constituidas por seis, cinco y siete muchachos. Ahora bien, es muy difícil pasar uno
de la siete a la cinco, pero esto destruye el espíritu del Sistema de Patrulla y ya sea que lo
externen o no, a los Guías no les gusta.
Muy bien, entonces en dos Patrullas un Scout deberá
correr dos veces, en la otra dos Scouts deberán correr dos veces. Pero en ciertos juegos aun esto
no iguala las circunstancias, como sucede por ejemplo cuando se juega un relevo brincando en un
pie.
En tales reuniones lo mejor pues, es no practicar uno de estos juegos. Éstos no son esenciales,
hay muchos otros juegos y la vigorización del Sistema de Patrulla vale más que cualquiera de ellos.
Una palabra más acerca de relevos. Ser juez en uno de ellos no es tan fácil a veces.
Pero si se
establece la tradición de que el Guía de Patrulla levante el brazo cuando toda la Patrulla está ya en
la meta y en posición de firmes y pronuncie en alta voz el nombre de la Patrulla, esto será de gran
ayuda para el Scouter; sin embargo deberá exigirse en una cosa:
La Patrulla deberá formarse en
perfecta línea recta antes de que el Guía grite o haga la señal. Esto sólo requiere una mirada o una
palabra rápida del Guía a su Patrulla, y establece una costumbre que da mucha prestancia.
Cuando se está jugando un juego rudo, excitable, ruidoso y llega el momento de terminarlo es
cuando se hace patente la "tradición de la Tropa". El Scouter da la señal con el silbato y en unos
cuantos segundos los Scouts deshacen la maraña y se alinean de acuerdo con la señal de brazos
que esté ejecutando el Scouter.
Esto es lo que se llama disciplina Scout y que tiene su origen en el
muchacho mismo. Uno de los más valiosos propósitos de los juegos practicados por nosotros es
proporcionar toda clase de oportunidades para que esto se realice.
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