La vida al aire libre, es prueba constante del valor y la importancia de la posesión de
un cuerpo sano, un cuerpo útil, con sentidos abiertos a la realidad que rodea y con
manos diestras para superar las dificultades; la vida al aire libre también prueba la
importancia de una mente alerta en función inteligente, para resolver los problemas
que de inmediato surgen en el enfrentamiento de la vida.
Las competencias deportivas y las situaciones en general fundamentadas en la
competencia física, reinciden y revierten una y otra vez sobre la valoración del
propio físico y de ello deriva una seguridad y autoestimación indispensable para la
persona.
Un comentario muy especial merecen los llamados "Ejercicios de Badén Powell".
Ellos no tienen por finalidad lograr un desarrollo físico para participar en uno de esos
concursos de atletas para obtener el título de "Mr. América o Miss. Universo", ellos
tienen otro objetivo. Enseñar al niño una serie de ejercicios que, en su totalidad,
garantizan la correcta oxigenación y eliminación, en todas las partes y órganos del
cuerpo. Una manera de garantizarle el oxígeno y la correcta circulación sanguínea,
con todas sus ventajas vitalizantes.
Una oportunidad de hacer funcionar por el estímulo muscular,
a todo el sistema nervioso y muscular.
Si consideramos este asunto desde la perspectiva de los
maestros de yoga, veremos cómo esos ejercicios, en su
simplicidad, son una forma de garantizar el tono vital, la
buena forma de los tejidos, órganos y sistemas, por el
estímulo del movimiento, la presión, el masaje, la
circulación y las funciones a ella ligadas: oxigenación,
eliminación y reparación.
Muchas veces se ven sin apreciarlos, estos maravillosos
ejercicios. Y se prefieren otros que apuntan más
directamente al desarrollo muscular por uso de pesas y
resortes, u otros que apuntan al logro de mejores marcas
en los enfrentamientos deportivos o estéticos. Entiéndase
que son cosas distintas, la una no excluye a la otra.
Lo que Badén Powell desea, es que al menos sepamos cómo, de manera sencilla, diariamente,
podemos estimular todos los órganos de nuestro cuerpo; aún los más finos como las glándulas y
algunas estructuras nerviosas, por movimientos que influyen favorablemente en ellos mediante
una acción a distancia, que parte del estímulo de músculos y zonas de la piel.
Esos ejercicios tienen por objeto asegurarnos la buena salud y conectar al individuo en una
conciencia del cuerpo, valorándolo y cuidándolo, como merece ser cuidado el vehículo que es
asiento de la persona y de la vida.
¡Y esté alerta a quien toque! Cuidado con aquellos que son víctimas de alguna dificultad o
minusvalencia física.
Hay que compensarla y jamás hacerla factor que lastre, como marca indeleble
que limite al individuo, por hacerlo llevar un sentimiento de inferioridad y limitación insuperable.
¡La imagen corporal! ¡La propia imagen corporal! Es importante para el sentimiento íntimo de
plenitud del individuo; está ligada ella a la propia valoración que cada quien hace de sí mismo.
Cuánto ama y con sobrada razón cada quien su propia imagen, cómo afligen una vez que asoman a
la vista los primeros datos que informan, el comienzo de la indeseable involución, cada día más
limitante.
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