Como ya se ha dicho, el primer paso en el camino hacia el éxito es conocer al muchacho; pero el
segundo es conocer su hogar. Solamente después de familiarizarse con el ambiente que rodea al
muchacho cuando no se encuentra en compañía de los scouts, puede el Jefe de Tropa decidir a
ciencia cierta cuáles elementos debe poner en juego para influenciarlo.
Cuando se ha granjeado la simpatía y apoyo de los padres del muchacho y los ha inducido a formar
consorcio con él en el desarrollo de un interés más pleno por la obra de la Tropa y el objetivo del
Movimiento, entonces la labor del Jefe de Tropa se vuelve proporcionalmente liviana.
De vez en cuando pueden presentarse en el hogar influencias malignas que deben ser
contrarrestadas. Además existen otras tentaciones contra las cuales el instructor del muchacho
tendrá que estar listo a entrar en lid. Mas, si ya está advertido de ellas, probablemente lo
encontrarán preparado a emplear métodos para que no ejerzan maleficencia en los muchachos de
que se hace cargo, y de esta manera poder desarrollar su carácter del mejor modo.
El cinematógrafo ofrece una de las tentaciones más formidables. Indudablemente, las películas
ejercen irresistible atracción en los muchachos, y algunas personas se devanan constantemente los
sesos buscando medios para dominarla; pero sucede que ésta es una de esas cosas que sería muy
difícil de contener, aún cuando ello fuera altamente deseable. La cuestión es, antes bien,
aprovechar las películas de la mejor manera posible para que sirvan a nuestros fines. Partiendo del
principio de abordar cualquier dificultad aparejándonos a ella y encaminándola en la propia
dirección que uno sigue, debemos esforzarnos en aislar lo que tenga de valor el cinematógrafo, y
luego tornarlo en ventaja del objetivo de instruir al muchacho. No cabe duda de que puede
convertirse en instrumento poderoso para lo malo, mediante simple sugestión, si no se le vigila
debidamente; pero ya se han dictado medidas, y continúan dictándose, para que la censura sea
más eficaz. Sin embargo, así como puede ser una potencia del mal, así mismo puede hacérsele una
potencia del bien. Existen actualmente películas excelentes sobre historia natural y estudios de la
naturaleza que dan al niño una idea mejor que las que puede formarse por su propia observación,
e indiscutiblemente mejor que un número cualquiera de lecciones sobre la materia. La historia
puede enseñarse objetivamente. Hay películas de hazañas dramáticas, épicas o heroicas, y otras
de pura diversión y cómicas. Muchas de ellas ponen de relieve lo que es malo para condenarlo y
ridiculizarlo. No admite dudas el hecho de que este método de enseñanza visual puede ser
adaptado de manera que produzca un buen efecto admirable en los niños, aprovechando la
inclinación e interés de éstos en el "salón de cine". También debemos recordar que el
cinematógrafo ejerce la misma influencia en las escuelas que lo están empleando para su buena
labor. En el Escultismo no podemos hacerlo hasta ese punto; pero sí podemos aprovecharlo para
estimular nuestros propios esfuerzos. Tenemos que presentar nuestro Escultismo con tal suficiente
atracción que el muchacho llegue a preferirlo a cualquiera otra que pueda hacerle la contra.
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