Somos un movimiento d© jóvenes y adultos
comprometidos en forma libre y voluntaria.
Somos un movimiento de educación no formal,
complementario de la familia y la escuela,
que procura el desarrollo integral
y la educación permanente de los jóvenes.
Contribuimos al desarrollo
de todo el hombre
y de todos los hombres.
El hombre, hombre y mujer,
en la plenitud de sus existencias
y en la riqueza
de sus semejanzas y diferencias.
La persona humana,
en su identidad singular y en su cultura,
sin distinción de origen,
raza, credo o situación social.
Educamos para la libertad
y buscamos desarrollar
la capacidad de pensar
antes que la adquisición de conocimientos
o habilidades específicas.
Fortalecemos en los jóvenes la voluntad de
optar por una jerarquía de valores
que otorgue a sus vidas un argumento
y los invitamos
a ser coherentes con esa opción.
Caminamos en la búsqueda de Dios
y pedimos a nuestros miembros
vivir auténticamente su fe,
ser fieles a la religión que la expresa
y dar testimonio de ella.
Creemos en la familia, raíz integradora de la comunidad
y centro de una civilización basada en el amor, la verdad y la justicia.
Educamos para el amor,
fuerza capaz de unir con estabilidad a un hombre y una mujer
y construir una familia que forma personas.
Creemos en la justicia social
como exigencia de un desarrollo humano y sustentable.
Impulsamos a los jóvenes a servir en la comunidad
y a comprometerse en su desarrollo
como expresión de su solidaridad con los demás,
especialmente con los más pobres, los más débiles y los que sufren.
Aspiramos a un mundo fraterno,
en el cual los jóvenes puedan crecer y realizarse en plenitud.
Fomentamos en ellos la lealtad a su país
y el amor a la propia tierra, su pueblo y su cultura,
en armonía con la promoción de la paz,
sin hostilidades de clase o nación.
Promovemos la hermandad mundial entre los jóvenes
y la cooperación internacional entre los países y las organizaciones.
Estimulamos en los jóvenes su aprecio por el mundo natural
y su compromiso con la integridad del medio ambiente.
Privilegiamos la vida en naturaleza
como experiencia educativa y estilo personal.
Formamos ciudadanos responsables
que comprenden la dimensión política de la vida social,
que asumen un lugar constructivo en la comunidad
y que toman sus opciones guiados por los principios scouts.
Sin embargo, como movimiento educativo,
no nos involucramos en la lucha por el poder político.
Propiciamos que jóvenes y adultos
compartan la tarea del crecimiento común
en una relación que fomente el diálogo,
la comprensión y la participación.
En este encuentro generacional privilegiado,
la autoridad actúa al servicio de la libertad de los jóvenes
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