Nuestra especialidad de Artista se usa con el fin de inducir a los muchachos a expresar sus ideas
gráficamente guiados por sus propias facultades de observación e imaginación, sin que traten de
hacerse artistas y sin imitar a éstos. Estimulando al mozalbete a que dibuje, aunque sea de una
manera tosca y rudimentaria, se le puede inducir a reconocer lo artístico en el color o en las líneas,
y a darse cuenta de que hasta en un ambiente sórdido puede que haya luz y sombra, colorido y
belleza.
Otra fase algo más avanzada en su educación puede iniciarse instándolo a practicar la fotografía
mental, es decir, a observar los rasgos de un paisaje, incidente o persona, fijándolos en su mente,
y luego a reproducirlo en papel.
Esto enseña a ejercitar la facultad de observación en grado máximo.
Personalmente, yo he descubierto que, mediante una práctica persistente, uno puede desarrollar cierta habilidad especial en ese sentido de una manera admirable, que también puede ser muy útil en diversas ocasiones.
Luego tenemos el ritmo: una forma de arte que se manifiesta con espontaneidad hasta en la mente
menos adiestrada, exteriorizándose en poesía, música o ejercicios físicos. Proporciona cierto
equilibrio y cierto orden que despiertan interés hasta en los salvajes, y aún podríamos decir
especialmente en esos seres humanos que se hallan más en contacto con la naturaleza que los
pueblos civilizados. En la forma de música, el ritmo, desde luego, es mucho más obvio y universal
que en otras formas.Personalmente, yo he descubierto que, mediante una práctica persistente, uno puede desarrollar cierta habilidad especial en ese sentido de una manera admirable, que también puede ser muy útil en diversas ocasiones.
El canto de guerra de los zulúes, por ejemplo, cuando lo cantan cuatro o cinco mil guerreros a coro, es un modelo excepcional de ritmo, en una combinación de música, poesía y movimientos corporales.
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