La observación y la deducción forman la base de toda la sabiduría humana. Por esto es inapreciable
la importancia que tiene la facultad de observación y deducción para los ciudadanos jóvenes. Los
niños tienen una facultad de observación que funciona con asombrosa rapidez; pero disminuye con
el aumento de su edad, principalmente porque las primeras impresiones y experiencias cautivan su
atención, pero ésta decrece a medida que se repiten aquellas.
En realidad, la observación es un hábito hacia el cual se hace necesario adiestrar al muchacho; y la
práctica del rastreo es un medio interesante para conseguir que lo adquiera.
Y en cuanto a la deducción, ya se sabe que es el arte de razonar y colegir el significado de los
detalles que se han observado.
Por eso puede manifestarse que, cuando un muchacho forma el hábito de la observación y la
deducción, indudablemente ha dado un paso importantísimo en el desarrollo de su carácter.
Así también puede verse claramente lo mucho que representa el rastreo como recurso para la
formación de dicho hábito. El rastreo en el campo y las conferencias acerca de su práctica son
detalles que deben estimularse, como parte del adiestramiento en todas las Tropas de scouts.
Además, la inteligencia y la ingeniosidad de los muchachos se desarrollan y se fortalecen
considerablemente mediante prácticas, simulacros y ejercicios tales como el de orientarse por
medio de mapas; y también observando marcas orientadoras en el campo, calculando alturas y
distancias, anotando rasgos de personas, vehículos y reses; o representando los cuentos de
Sherlock Holmes dramatizados en forma conveniente. Asimismo, el arte de la señalacién les aguza
el ingenio, desarrolla su visión, y los induce a estudiar y a concentrar la mente. La enseñanza de
los primeros auxilios también tiene cierto valor educativo.
Durante las noches de invierno y en días lluviosos, el Jefe de Tropa podrá emplear el tiempo
ventajosamente leyendo a los muchachos las principales noticias de actualidad publicadas en los
periódicos, y ayudándolos a interpretarlas por medio de mapas, etc.
Otro recurso excelente para
inducir a los muchachos a estudiar, y a expresarse sin timidez ni apocamiento, es la preparación de
representaciones teatrales con episodios históricos de la comarca en que viven.
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