Actualmente numerosos muchachos baldados, sordomudos o ciegos adquieren salud, felicidad y
aspiraciones por medio del Escultismo, de una manera en que jamás pudieron hacerlo antes. La
mayoría de ellos no pueden pasar por las pruebas reglamentarias, y se les preparan pruebas
especiales.
Por lo general, la tarea de orientar y ayudar a estos muchachos desvalidos es una labor muy difícil,
que requiere atención y paciencia mucho más intensas que las necesarias en el adistramiento de
muchachos normales. Pero el resultado lo justifica.
Así lo demuestra sobradamente el testimonio
de médicos, enfermeras y maestros (quienes, en su mayoría, no son scouts) con respecto al bien
que, por medio del Escultismo, se hace a dichos muchachos, y por ende a los asilos que los
albergan.
Mas, lo verdaderamente admirable acerca de esos muchachos es la jovialidad que exteriorizan, y
su anhelo de hacer en el Escultismo tanto como es humanamente posible dentro de las
circunstancias.
Demuestran aversión hacia los privilegios que puedan darles alguna ventaja sobre
los demás; y no quieren más pruebas o trato especiales que los que son absolutamente
indispensables. El Escultismo los ayuda, dándoles la oportunidad de pertenecer a una fraternidad
mundial; proporcionándoles algo que hacer, o hacia lo cual pueden aspirar; presentándoles medios
para demostrarse a sí mismos y probar a los demás que pueden hacer cosas que otras personas
consideran difíciles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario