En este libro he tocado muchos puntos importantes de la educación de los muchachos, pero
difícilmente se encuentra uno más importante que la continencia. El adiestramiento de un
muchacho sería incompleto si no obtiene una buena explicación y una instrucción en palabras
claras de esta cuestión.
El poderoso misterio con el que hemos velado esta importante cuestión entre los jóvenes de ambos
sexos, está haciendo daño incalculable. El mismo secreto con el que retenemos todo conocimiento
del muchacho, lo obliga a seguir su propia iniciativa en secreto y por lo mismo, equivocadamente.
No he conocido a un muchacho que no prefiriera que se le presentara la cosa franca y
completamente, pero deseo que los Dirigentes de Tropa comprendan que esto sólo puede hacerse
bien por alguien que tenga completo conocimiento de la materia y tenga completa simpatía por las
dificultades y aspiraciones de la juventud. He tratado este punto con más detalles en "Roverismo
hacia el Exito".
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