martes, 6 de agosto de 2013

OBSTÁCULOS AL ESCULTISMO - II

MARCHA 
Frecuentemente me han pedido los Dirigentes, no los muchachos, introducir más marchas en el adiestramiento de los Boy-Scouts; pero a pesar de que, tras 34 años de experiencia, reconozco su valor disciplinario, veo también muy claramente sus defectos. Brevemente son: 
1.- La marcha militar da a un oficial débil y poco imaginativo algo en qué ocupar a sus muchachos. Sin considerar si a éstos les gusta o los beneficia. Le ahorra a él un mundo de trabajo. 
2.- La marcha militar tiende a destruir la individualidad, mientras que en los Scouts, queremos desarrollar el carácter individual, y cuando se ha aprendido a marchar, aburre al muchacho qua añora estar haciendo esto u otro; opaca sus ambiciones. 
De los muchachos del Cuerpo de Cadetes, menos del 10% entran al Ejército después. Nuestro deseo es convertirlos en hombres de los bosques, no en imitación de soldados. Por estas razones no me gustaría ver más la opaca rutina de la marcha en nuestro adiestramiento, pero al mismo tiempo, sostengo que una cierta cantidad es necesaria, especialmente en una nueva tropa o para nuevos reclutas, así los muchachos pueden aprender a tener parte y a moverse elegante y conjuntamente cuando sea necesario. Después de todo, la marcha no es una prerrogativa del Ejército, de la Marina o la Fuerza Aérea. Se usa en diferentes formas en la vida civil y en la industria, para hacer que un hombre aprenda a hacer las cosas del modo y en el orden correctos.

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