
Cuando traten de atraer a los muchachos a una influencia positiva, los comparo al pescador que
desea atrapar peces.
Si en el anzuelo pones la carnada que a ti te gusta, probablemente no pescarás muchos, de hecho
no pescarás más que a los tímidos que no son los peces comestibles. Usa la carnada que los peces
prefieren.
Así pasa con los muchachos, si tratas de predicarles cosas elevadas, no los atraparás. Cualquier
cosa obviamente "santita" espantará a los más entusiastas, que son los que te interesan. Lo único
es enseñarles algo que realmente los atraiga e interese. Y creo que encontrarás que el Escultismo
lo hace.
Puedes luego sazonarlo con lo que quieras que ellos aprendan.
Para captar a nuestros muchachos debes ser su amigo; pero no te apresures a lograrlo hasta que
hayan vencido su timidez hacia ti. Mr. F. D. How en su libro "Libro del Niño", resume el rumbo
correcto en la siguiente anécdota:
"Un hombre cuyo diario camino lo llevaba por cierta sórdida calle, vio a un
niñito con la cara sucia y extremidades poco desarrolladas jugando con una
cáscara de banana en el desagüe. El hombre inclinó la cabeza y el niño se
encogió de miedo. Al día siguiente el hombre agachó también la cabeza, el
niño decidió que no había nada que temer y escupió al hombre. Al día
siguiente el pequeño sólo miro, el siguiente gritó: ihola!f cuando el hombre
pasaba. Con el tiempo, el pequeño sonreía cuando recibía el saludo que ahora
esperaba. Finalmente el triunfo fue completo cuando el niño, un peque ñito,
esperó en la esquina y tomó los dedos del hombre con su manita sucia. Era
una calle lóbrega, pero se convirtió en una de las más brillantes para la vida
de aquél hombre."
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