jueves, 4 de julio de 2013

NOTAS PARA LOS INSTRUCTORES - IV

Es quizá la mayor demostración de educación práctica que ha visto el mundo. La educación debe ser dirigida a satisfacer las necesidades de nuestra nación hoy en día y más especialmente, lo que será necesario para nuestra nación mañana. Muy frecuentemente nos hemos contentado con improvisar nuestros métodos de comparación con el curriculum anterior. Hoy, uno de los mayores errores de la nación es la estrechez de miras; las autoridades de todas clases hablan de la necesidad de voluntad alegre y cooperación como antídoto para la mayoría de nuestros problemas de la post-guerra. El método común de educación hace poco en este sentido. 
A menos de que se ponga cuidado, puede tener riesgos, es peligroso fomentar el interés propio en el muchacho, a pesar de o sin tener en cuenta la rivalidad de otros. Se le fomenta estar entre los mejores en su clase, a ganar premios y becas para sí mismos, en competencia con sus compañeros, a ser ambicioso, a ambicionar las mejores cosas de la vida, sin dar instrucción sobre sus deberes con el Estado; y su ayuda y respeto hacia los demás. 
El resultado es el egoísmo de altos vuelos, las diferencias de clase, las disputas industriales, las diferencias sectarias, el fomento a las rivalidades deportivas, políticas e internacionales, que existen y tienen un valor exagerado porque a los hombres no se les ha enseñado a tener un panorama amplio, a ver con los ojos de sus vecinos y a practicar la buena voluntad y cooperación. Este olvido es la raíz de la mayoría de nuestros problemas actuales, ya sean industriales, políticos, religiosos, sociales o internacionales. 
Aquí interviene otra vez el Escultismo ayudando con su adiestramiento en el sentido de deber y el servicio para los demás. Intenta dar al muchacho una idea real de las responsabilidades de la vida que se les presentan y se preocupa por inculcar la práctica de su religión en la vida y actividades diarias. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario