viernes, 24 de octubre de 2014

INTRODUCCIÓN

El Escultismo se puede definir desde muy diversos puntos de vista, y dependiendo de la visión que se tenga de él, surgirán diversas descripciones y por lo tanto acciones a realizarse: podemos hablar del Escultismo como un Movimiento, o lo podemos ver como una organización o lo podemos concebir como un juego, o tal vez como un complemento a la formación que reciben los muchachos en su hogar, en su escuela o en su Iglesia y podemos seguir hablando del Escultismo como una hermandad al aire libre, o como una escuela de formación de líderes. No son éstas las únicas maneras de concebir lo que es el Escultismo, pero sí son las que más se suelen manejar en diversos círculos y documentos de muy diversos niveles que van desde los de divulgación hasta los que podemos llamar oficiales. Sin embargo es importante dejar claro que no se puede definir el Escultismo solamente bajo un solo aspecto, sino que el Escultismo es todo eso y mucho más, pero de ninguna manera es algo que se llame en forma exclusiva. 
Por lo que se acaba de decir, es importante dejar claro que cualquier definición que se dé de lo que es el Escultismo debe tomarse como enfoque particular de lo que es la primera y única realidad que es lo que Baden-Powell concibió, si no fuera así, estaríamos haciendo cualquier cosa que no es el único y auténtico Escultismo. En esta línea habría que poner otros tantos movimientos que se han dado a lo largo de los años y en muy diversas latitudes que han pretendido copiar las formas externas del auténtico Escultismo, pero que no han sabido interpretar la mentalidad de Baden Powell cuando pensó en iniciar los Scouts.
Algo semejante sucede con los diversos enfoques que se han dado para el Escultismo a lo largo de la historia: en un principio se puso el énfasis en lo que son las actividades de los muchachos actuando por Patrullas al aire libre, poco tiempo después se vio la necesidad de enfocar las actividades de los muchachos a suplir a los adultos que estaban involucrados en la Segunda Guerra Mundia, años más tarde se procuró poner énfasis en actividades de alfabetización en los países con el mayor número de personas que no sabían leer y escribir, como una forma de ayudar al país y a los mismos analfabetas; poco después se insistió en el Desarrollo de la Comunidad y en este rubro entran los problemas de sanidad, vacunación, medio de aumentar el ingreso familiar y otros varios, y finalmente se ha procurado trabajar en la lucha contra la drogadicción juvenil, o contra el SIDA. 
De lo que se ha dicho hasta este momento nace una pregunta que no solamente parece, sino que es lógica: ¿qué tan válido es que ese Escultismo, tal como fue ideado por Baden-Powell, en el que la idea de que los Muchachos organizados por Patrullas pudieran tener la oportunidad de vivir al aire libre y de gozar del contacto de la naturaleza, se haya convertido ahora, para muchos 
Dirigentes de muy diversos niveles, en una forma apta de salir al encuentro de los más necesitados para ayudarlos a superar ese estado del que no les es fácil escapar por sus propios medios? La respuesta no es del todo sencilla. En pocas palabras podemos decir que sí es válido, pero hay que matizar esta afirmación y ver bajo qué circunstancias, de qué manera, cómo puede ser ese Escultismo, el mismo Escultismo que ideó Baden-Powell. Intentemos estudiar esa afirmación y de esta forma lleguemos a lo que es el tema del presente estudio, el Escultismo y el Desarrollo de la Comunidad.

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