sábado, 8 de septiembre de 2012

La relación consigo mismo

Cada persona es una promesa y para que ésta se haga realidad debe esforzarse por lograr lo mejor de sí misma. Invitamos a los jóvenes a usar progresivamente su libertad, asumirse con responsabilidad, aprender a discernir y decidir y enfrentar las consecuencias de sus decisiones y de sus actos. 
Los motivamos para que tomen conciencia de su dignidad, se superen constantemente y opten por un proyecto personal para sus vidas. Los desafiamos a cifrar su honor en ser fieles a la palabra dada, leales con los demás y honestos con sí mismos, sobre todo cuando hay que vencerse. 
Les proponemos ser fuertes, mantenerse firmes en sus objetivos, tener el coraje de ser coherentes, dando el testimonio de ser lo que se dice ser. Una persona consecuente con estas verdades es una persona íntegra, recta y fuerte, representa una alternativa a la cultura del instante y contribuye a la superación de las tendencias relativistas y permisivas.

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