viernes, 7 de septiembre de 2012

Nuestras definiciones y convicciones

Somos un movimiento d© jóvenes y adultos comprometidos en forma libre y voluntaria. Somos un movimiento de educación no formal, complementario de la familia y la escuela, que procura el desarrollo integral y la educación permanente de los jóvenes. 
Contribuimos al desarrollo de todo el hombre y de todos los hombres. El hombre, hombre y mujer, en la plenitud de sus existencias y en la riqueza de sus semejanzas y diferencias. La persona humana, en su identidad singular y en su cultura, sin distinción de origen, raza, credo o situación social. 
Educamos para la libertad y buscamos desarrollar la capacidad de pensar antes que la adquisición de conocimientos o habilidades específicas. Fortalecemos en los jóvenes la voluntad de optar por una jerarquía de valores que otorgue a sus vidas un argumento y los invitamos a ser coherentes con esa opción. Caminamos en la búsqueda de Dios y pedimos a nuestros miembros vivir auténticamente su fe, ser fieles a la religión que la expresa y dar testimonio de ella. 
 Creemos en la familia, raíz integradora de la comunidad y centro de una civilización basada en el amor, la verdad y la justicia. Educamos para el amor, fuerza capaz de unir con estabilidad a un hombre y una mujer y construir una familia que forma personas.

Creemos en la justicia social como exigencia de un desarrollo humano y sustentable. Impulsamos a los jóvenes a servir en la comunidad y a comprometerse en su desarrollo como expresión de su solidaridad con los demás, especialmente con los más pobres, los más débiles y los que sufren. Aspiramos a un mundo fraterno, en el cual los jóvenes puedan crecer y realizarse en plenitud. Fomentamos en ellos la lealtad a su país y el amor a la propia tierra, su pueblo y su cultura, en armonía con la promoción de la paz, sin hostilidades de clase o nación. Promovemos la hermandad mundial entre los jóvenes y la cooperación internacional entre los países y las organizaciones. Estimulamos en los jóvenes su aprecio por el mundo natural y su compromiso con la integridad del medio ambiente. Privilegiamos la vida en naturaleza como experiencia educativa y estilo personal. Formamos ciudadanos responsables que comprenden la dimensión política de la vida social, que asumen un lugar constructivo en la comunidad y que toman sus opciones guiados por los principios scouts. Sin embargo, como movimiento educativo, no nos involucramos en la lucha por el poder político. Propiciamos que jóvenes y adultos compartan la tarea del crecimiento común en una relación que fomente el diálogo, la comprensión y la participación. En este encuentro generacional privilegiado, la autoridad actúa al servicio de la libertad de los jóvenes

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